do de una triste noticia: Paco Fernández Ochoa había fallecido. Tengo dieciocho años, así que la gesta del esquiador español en Saporo me queda muy muy lejos pero, aún así, le tenía una cierta simpatía a ''Paquito''. No es que fuera uno de mis ídolos, pero siempre me cayó bien.Hace relativamente poco me enteré que padecía un cáncer linfático, pero que estaba convencido que iba a salir adelante, que iba a enseñar a su nieto a esquiar.Tras su última aparición pública en Cercedilla, su pueblo natal, muchos auguraron que al esquiador le quedaba poco tiempo de vida, pero nadie imaginaba que el desenlace estuviera tan próximo.
Hoy, en un programa de Telecinco, en el contenedor cardiovascular llamado ''Aquí hay tomate'', han llamado varios amigos de Paquito para darle su último adiós, y me he quedado pensando en la cantidad de amigos que tenía, y he deseado, cuando me llegue la hora (espero quede todavía mucho) mis amigos se acuerden de mí como los suyos se han acordado del campeón.
Siento haber inaugurado el blog así, con una noticia tan triste, espero que sea la última vez que tenga que acordarme de alguien por un motivo como el de hoy.
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