Cerrado por derribo

Ayer volvió a perder la Selección española en un pésimo encuentro ante Rumania. Podríamos intentar buscar culpables al mal momento de la selección, pero sería inútil.
Podríamos echarle la culpa a Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol.
Su mala planificación es una de las posibles causas de los males del combinado nacional.
Podríamos achacarle a la Federación la falta de un proyecto sólido para salir de esta crisis, o echarle en cara la mala gestión realizada en cuanto a contratación y mantenimiento en el cargo de algún que otro entrenador.

También podríamos cargar contra el seleccionador. Tras la eliminación contra Francia debió marcharse, ya que los objetivos que se marcó no se cumplieron. Desde esa fecha, la Selección ha ido de mal en peor, con algunas decisiones tomadas por Luis difíciles de entender y dando la sensación de que esto no va a hacer otra cosa que ir a peor.
La dimisión que nunca llegó a concretarse es una muestra del nerviosismo y la poca confianza que tiene el seleccionador en sacar esto adelante.

Por último, podríamos echar la culpa a los jugadores. Ninguno de los jugadores que son susceptibles de ser convocados tienen el rango de cracks. No hay ningún jugador capaz de resolver un partido en una jugada aislada, ni tampoco de echarse el equipo a la espalda cuando vienen mal dadas. Y, en mi opinión, ninguno de los jugadores tiene verdadero compromiso con la selección, y no me refiero a Puyol, o Xavi, sino a todos. La mayoría de los jugadores antepone su club a la selección.

En resumen, podríamos echarle la culpa a todos y cada uno de ellos, pero no lo haremos, lo único obvio es que la afición pierde la paciencia y la ilusión y ese daño si que es difícil subsanarlo.



P.D. : Rumores de última hora otorgan el Balón de Oro al jugador del Real Madrid Fabio Cannavaro. Ya habrá tiempo de debatir si la elección ha sido justa.